martes, 29 de septiembre de 2009

Sören Kierkegaard


4°s A y B solamente, este es el texto para la semana, el cual debe ir resuelto en el cuaderno y además dos compañeros lo expondrán con nota directo al libro. No olviden que deben usar material de apoyo, pizarra (llevar sus plumones) o papelógrafo.
Un abrazo fraterno,
Lorena Leiva Cabrera
Sören Kierkegaard nació en Copenhague (Dinamarca) el 5 de mayo de 1813. Físicamente era jorobado y algo deforme; tenía una pierna más larga que la otra. Su padre era un rico comerciante y un estricto luterano, cuya tenebrosa piedad, dominada por un sentimiento de culpa, y fantasías morbosas influyeron y obsesionaron a Kierkegaard.
Estudió teología y filosofía en la Universidad de Copenhague.
Kierkegaard no fue un filósofo sistemático, de hecho se manifestó en contra de los sistemas. Pero vemos que en sus obras están presentes algunos temas centrales como lalibertad, la persona, la nada y lo absoluto, la angustia, la desesperación y el pecado. El tema del mal no fue tratado explícitamente como tal por el filósofo pero es evidente que en los temas arriba citados está el sustrato del mal. El tema del mal está muy relacionado con su concepto de persona y de libertad por lo que no se puede hablar del uno sin hablar de las otras.
En la universidad abandonó el protestantismo luterano y durante un tiempo llevó una extravagante vida social.
Tras la muerte de su padre en 1838, Kierkegaard tuvo una profunda experiencia religiosa que lo llevó a intensificar su dedicación y concentración en problemas religiosos. No en vano su filosofía se ha caracterizado como un existencialismo cristiano.
La filosofía del danés tiene 2 características básicas que deben ser tenidas en cuenta: está encuadrada dentro del romanticismo y está teñida por una introspección marcada por la propia historia de Kierkegaard.
En sus primeros trabajos, Kierkegaard dice que hay dos tipos de vida, que llama estético y ético. Más tarde, cuando Kierkegaard ha madurado su teoría, son tres los estadios fundamentales en el camino de la vida: las esferas de existencia que marcan un itinerario individual: el estético, el ético y el religioso.
Al estético, sin embargo, le da un significado diferente del que usualmente le damos, quiere decir lo inmediato y sensual que es el punto inicial de vida de todo hombre. El hombre se conforma con una vida placentera exenta de dolor y de compromiso. La preocupación aquí es arrancarle a la existencia el máximo placer posible, aunque después desemboque en la nostalgia, la insatisfacción o el anhelo de vivir pasados goces. Lo bueno para el esteta es todo aquello que es bello, que satisface o que es agradable. Este hombre vive enteramente en el mundo de los sentidos y es un esclavo de sus propios deseos y estados anímicos. Una vida basada en el plano estético lleva sólo a la desesperación. Porque según la opinión de Kierkegaard, el hombre lleva en sí algo más que no será satisfecho por una vida sensual. Este algo más es lo eterno. El hombreestá hecho de partes diversas y opuestas. Él es una síntesis de cuerpo y espíritu, de temporal y eterno, de finito e infinito, de necesidad y libertad.
Es característico del estético, sin embargo, que pone demasiado énfasis en una parte de la síntesis: lo corporal, lo temporal, lo finito y lo necesario. Sin embargo la otra parte no es por ello para nada menor y continuamente se hace sentir por la ansiedad. El término que mejor describe este llamado del espíritu en el mundo sensual es laangustia. La angustia es el sentimiento que aferra y domina al hombre cuya síntesis se ve amenazada por el hecho de que un aspecto –el cuerpo, lo temporal, lo necesario – está tomando el control. La angustia es una voz de alarma, aunque puede ser también la tentación para un nuevo pecado.
Pero el hombre que ha sentido la angustia dentro suyo y que todavía persiste obstinadamente en tener una existencia en la esfera sensual, terminará en la desesperación. El individuo que ha seguido la vía estética busca la variedad y la novedad en un esfuerzo por evitar el aburrimiento pero al fin tiene que enfrentarse a éste y a la desesperación.
Pero el hombre que a través del llamado de la desesperación ha sentido la ineficiencia de una vida en la esfera estética y en la desesperación, y no permanece allí, es suficientemente maduro para elegir algo más y entrar en la esfera ética. Esto es indicado por el hecho de que lo espiritual ha afirmado su reclamo en el hombre quien no sólo lo acepta, sino que cree en la posibilidad de realizar los reclamos éticos en lo temporal, en el mundo de los sentidos.
El camino de la vida ética implica un intenso y apasionado compromiso con el deber y con obligaciones sociales y religiosas incondicionales. La vida ética está caracterizada por la seriedad y consistencia de las elecciones morales. En este estadio se manifiesta el sentimiento de responsabilidad ante compromisos adoptados. El individuo se decide por el matrimonio, por una profesión o una actividad social, etcétera.
El hombre ético ha descubierto que poco puede lograr por sus propios esfuerzos. El hombre que se ha dado cuenta de esto se ha convertido en suficientemente maduro como para cruzar de la esfera ética a la religiosa, que está basada en este reconocimiento de la ineficiencia del esfuerzo humano. Surge necesariamente un nuevo elemento, la fe.Kierkegaard desarrolló un concepto de verdad extremo de la fe: la fe en Dios es una obediencia que exige dejar a un lado todos los conceptos humanos.
Propone un tercer nivel, el religioso, en el que uno se somete a la voluntad de Dios, pero el hombre se encuentra entre dos polos: la nada (el pecado) y lo absoluto(Dios). El hombre debe elegir entre la nada y lo absoluto. El hombre decide de su ser, de su vida mediante su libertad., al hacerlo, encuentra la auténtica libertad. La angustia es el resultado de esa tensión, de tener que elegir.
Los hombres que realizan el salto, escogen la fe al placer estético y al llamado de la razón al deber. Y aunque puede ser "terrible saltar en los brazos abiertos del Dios vivo", como Kierkegaard dice, "es el único camino a la redención."
Para Kierkegaard el mal es la nada, la opción por la nada, el no ejercer la propia libertad, el quedarse distraído con los placeres, con el divertimento, con lo mundano. El mal es quedarse sólo en un deber humano, en lo que hay que hacer según una ética de los hombres. Por eso la necesidad del salto, el mal es no constituirse como persona frente a Dios. Porque el simple pensar me presenta varias maneras de actuar. Una cosa es la reflexión sobre el actuar, pero en sí misma la pura reflexión no es decidir. Abre sólo el abanico de posibilidades. El acto de elegir es optar por una posibilidad, o sea que corto de alguna manera la reflexión, rompo la cadena de la reflexión. La voluntad libre consiste precisamente en la elección y en la realización de lo elegido.

Desarrollar:
Definir y explicar los 3 estadios que según Kierkegaard debe alcanzar todo hombre.
Definir, explicar y ejemplificar (un caso concreto, de la vida cotidiana) el concepto de Angustia.

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